Zulma Sierra
Después de la presentación del corto ‘Viaje de vuelta’ en Casa América Catalunya, se generó un debate interesante sobre elretorno de los migrantes a sus países de origen.
¿Es una respuesta fácil a la crisis económica de España? ¿Son cobardes o son valientes los retornados? ¿Y por qué no se plantea un documental sobre los migrantes que aún sobreviven en España?
Público asistente a Casa América para la presentación de “Viaje de vuelta”
Todas las preguntas resultaban fascinantes.
En primer lugar, estuvimos de acuerdo en que no es fácil, ni remotamente, empacar diez o quince años de tu vida en dos maletas y regresar a tu país. Alguien dirá: bueno, ésa es tu tierra, allí está tu familia, tus amigos, todos entenderán tu lenguaje, te sentirás acogido… etc, etc, etc. Y yo le diré: “sí, pero no.”
Cuando vuelves te das cuenta de que has cambiado mucho, pero también ha cambiado el país que recordabas, la familia y los amigos que amabas. Es difícil adaptarse a los cambios y más cuando se trata de lugares y personas que terminaste idealizando. Te cuesta entender que muchos defectos de tu ciudad sigan ahí, cuando hay tantas formas de resolverlos; te dan rabia cosas que creías soportar como el desorden vial, el incivismo, la inexistencia de horarios para casi todo, la corruptela rampante pero tolerada, la resignación social, la apatía política… ¡En fin!
Y no es que llegues con las ínfulas de primer mundo a flor de piel sino que has aprendido que hay mejores formas de sobrellevar la convivencia urbana y te duele que hayan pasado los años y muchas cosas sigan tan mal como las dejaste.
Todo eso sin contar con que muchos de tus amigos ya no están, no tienes historia laboral ni ingresos a la vista ni perro que te ladre. Por tener, sólo tienes tus maletas y, por supuesto, a tus incondicionales (familiares, ex jefes o ex algo que están listos para ayudarte).
¿Son cobardes o valientes los retornados? Pues yo me atrevería a decir que más valientes por reemprender su vida nuevamente en otro país. ¿Que se deberían quedar en España remando hasta que el barco salga a flote? Pues no estoy tan segura. Sin trabajo no hay horizonte y lo peor es que los años han pasado y seguramente será igual de difícil encontrar empleo en el país de origen, pero tal vez se lleven nuevos conocimientos que permitan reinventarse.
¿Y por qué no se plantea un documental sobre los migrantes que aún sobreviven en España? ¡Eso! ¿Y por qué no? Aquí seguimos aguantando mucho y no somos ni mejores ni peores que los que se han ido. ¡A ver cuándo nos reunimos y nos contamos nuestras propias historias!
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