El 24 de marzo de 1976 marcó un día infame que es imposible de olvidar tanta violencia. Aunque esa pesadilla sigue viva, la esperanza no se deja de conquistar por el terror.
Atrás del dibujo por Anikó Szabó, hay un mensaje de una amiga que me mandó en 1978 en plena dictadura militar. Lo conservo todavía después de 47 años.

“Esta tarjeta es una realidad para que siempre te recuerdes de estos pagos tan lejanos, practicamente en el FIN del mndo pero que es tan querido por nosotros. Ya va a llegar un día en que el sol saldrá realmente para todos en estas latitudes, el asunto es seguir siendo como somos y formar a la gente, educarla para que comprenda y comience a espertar, a abrir sus ojos. Claudia”

Las Madres de Plaza de Maho son una constante fuente de lucha y esperanza.
