El sábado pasado abrí el Facebook y me encontré con el trite aviso de un padre en el que decía que su hijo, Jimi Karttunen, de 28 años había muerto debido a golpizas sufridas en el centro de Helsinki y que la policía tenía conocimiento de los sucedido.
Han sido muchos los titulares y artículos que he leido sobre el caso. Según fuentes policiales, Jimi Karttunen fue interrogado en el hospital antes de morir. El muchacho contó que pasaba por el lugar donde una organización neonazi tenía una manifestación y que se había detenido y escupido y que luego fue atacado. La policía confirma el vínculo entre los neonazis y la muerte de Jimi Karttunen. Claro está que la policía de Finlandia continúa estudiando el caso.
Punto Nórdico es un blog de Ana María Gutiérrez Sorainen.
La organización neonazi que se manifestaba abiertamente en el centro de la capital finlandesa es el Movimiento de Resistencia Nórdico de Finlandia, organización dirigida por una central nórdica con sede en Suecia y cuyo objetivo es la instauración de un estado nacionalsocialista nórdico.
La opinión pública ha dado un rotundo NO a la violencia y ha condenado la muerte del joven. Lo mismo no se puede decir de los dirigentes políticos del país que guardan silencio sobre el caso.

Anoche en el lugar donde Jimi Karttunen fue golpeado, la gente se congregó a darle el último adiós y a decir no a la violencia. Fotos publicadas por Eija Sini-Kaarina en Rasmus, una red en contra del racismo.
Ese mismo silencio que viene encubriendo casos de violencia anteriores realizado por miembros de esa misma organización. Mucha gente se pregunta que cómo es posible que una organización abiertamente neonazi pueda actuar libremente sin ninguna represalía.
Otra de las incógnitas es que por qué si la policía tenía conocimiento de dicha actividad, al momento del acto de violencia, no acudió en defensa de las personas que pasaban. Durante los últimos días en Finlandia han habido diferentes manifestaciones abiertamente racistas y en contra de los inmigrantes y el islamismo y, en esas mismas manifestaciones, se ve una fuerte presencia policial defendiedo el derecho de los manifestantes.
Existe libertad de palabra y de manifestación, pero también existe un límite en lo que se debe o no manifestar. Con la vida de las personas no se juega y el derecho a existir va por encima de todos los demás derechos. La libertad de palabra contiene responsabilidad de lo que se dice. Los crímenes no son defendidos por ningún derecho sino penalizados.
Sea cual sea el resultado de los estudios policiales, está claro que vivimos un momento crítico con violencia política. El silencio no es el mejor remedio para resolver ese problema. ¡Basta ya de mano suave con los que incumplen las leyes y agreden la buena convivencia!
Jimi Karttunen no ha muerto en vano. Ya los medios de difusión de Finlandia hablan abiertamente de esta organización neonazi. Antes les daban otro nombre. Su vida no debió ser truncada. No hacen falta más víctimas del nazismo.